Suiza también le pone el espejo a la justícia española

Ya pasó con Dinamarca y ahora pasa Suiza. El fin de semana previo al viaje del presidente Puigdemont a Dinamarca, los medios españoles nos dieron una buena turra con la idea de que el delito de rebelión estaba más severamente castigado que en España. Y que sí allí sí Puigdemont iba a ser detenido y finalmente entregado a España para que le aplicaran lo que les diera la gana. Todos los medios y opinadores vendían el mensaje.

El diario ABC remarcó que el supuesto delito por el que se persigue a Puigdemont en España está penado con mayor severidad en Dinamarca

El buen olfato de Puigdemont sobre la justicia española

Carles Puigdemont supo ver el farol que se estaban marcando. Fue a Dinamarca y se paseó por donde quiso. Quien paso problemas fue el juez Llarena, que justificó de manera más que estrambótica la no petición de la euroorden a Dinamarca por delitos que tan severamente castiga en España. Pero no la pidió. Quizás sabía que la rebelión, allí, tenía que ser una rebelión real. Con violencia real y no construcciones jurídicas que se aguanten menos que un castillo de naipes. Por cierto, ¿perseguir o no en función de las elucubraciones del juez como se llama? ¿Si cree que hay delitos, debería perseguirlos tanto si los sospechosos están en España como en Dinamarca, verdad?

Pues bien, ahora resulta que Puigdemont va a desplazarse a Suiza según anunció en una entrevista en RTS, la televisión pública de ese país. El presidente de la Generalitat de Catalunya participará este próximo domingo en el Festival Internacional y Forum sobre los Derechos Humanos (FIFDH) que se celebrará en Ginebra. Además, el miércoles dará una conferencia en el The Graduate Institute.

El presidente Puigdemont anunció que visitará Ginebra en una entrevista en RTS, la televisión pública suiza

Suiza habla claro: ni hablar de detenciones y extradiciones por razones de persecución política

Parece que ahora no van a pedir la extradición. Suiza, a través de un  portavoz del departamento de justicia del gobierno federal suizo ya ha dicho que ni en sueños. La primera causa de exclusión que regula el artículo 2 de su ley reguladora es para los delitos políticos. Ni hablar, pues.