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lunes, 5 de marzo de 2018

Cuando el responable de que te amenacen eres tú

Con rotundidad ha descrito la situación el periodista del medio digital El nacional Jordi Palmer en su titular: "Puigdemont es culpable de ser amenazado sobre un tanque, según la policía". El hecho es que un sujeto montado encima de un tanque que, según aclaró el gobierno, no era militar (resulta increíble pensar que un civil pueda tener acceso a un tanque y no parece que se hayan depurado responsabilidades), dijo a cámara: "Vamos a darle una sorpresa a Puigdemont".Y el presidente Puigdemont puso una denuncia por amenazas y delito de odio en la fiscalía.



Pues bien, resulta que, tal y como ha denunciado el mismo presidente Puigdemont a través de su cuenta de Twitter adjuntando capturas de un oficio del ministerio del interior dirigido por el incompetente ministro Zoido, este oficio sostiene que la denuncia "no ofrece ningún elemento o principio de prueba en que avale su verosimilitud, limitándose a afirmar su existencia sin ningún apoyo objetivo" a pesar de que en el mismo documento se relata el momento en el cuál se produjo la grabación del vídeo. En fin, que dicen que no hay apoyo objetivo de la existencia del vídeo al tiempo que describe en qué momento se grabó (se especifica, de hecho, que se grabó el 8 de diciembre de 2017, festividad de la Inmaculada) y donde se grabó (en ese caso se detalla que fue en las instalaciones del Regimiento acorazado Pavía nº 4 de la Brigada "Aragón I" del ejército de tierra en Zaragoza). Parece de locos.

Pero es que la cuestión es todavía más alucinante. El juez de instruccción de Zaragoza dice que los hechos (¡decirle al presidente de Cataluña que lo vas a fusilar montado en un tanque!) no son constitutivos de delito. La misma justicia que persigue por delito de odio a un pobre mecánico que no quiso arreglar el coche a un policía nacional. Todo muy surrealista.
El alucine no llega solo hasta aquí puesto que se dice textualmente que "por el modo en que se expresan" reflejan "chanza y burla en un contexto previamente creado por la persona destinataria de su sarcasmo". O sea: la culpa de que amenacen a Puigdemont desde un tanque de el ejército español es... el propio Puigdemont.

Además, se señala que la persona destinataria del supuesto sarcasmo "es objeto de investigación por las Autoridades españolas por su abierta contradicción con el ordenamiento jurídica". ¡Qué demonios tendrá que ver con el supuesto delito de amenazas si el amenazado es o no investigado por algún supuesto delito aunque no fuese inventado como, además es el caso!

Si es que se permiten hablar de ingenio popular. Por ingenio el de la justicia española. A eso no le gana ninguna otra. Igual que se permiten hacer aseveraciones sobre la voluntad política de los votantes del presidente Puigdemont. ¡Será posible!

 Y ya por acabar con el summum de los despropósitos, se dice que de ser culpable de un delito el que estaba encima del tanque, también habría delinquido el que lo difundió en Twitter. Señalando además, que dijo que era un militar y no lo era. ¿Pero como puedo suponer que alguien que estaba montado en un tanque era un militar? ¡Anda que no saber que un tanque lo puede manejar un civil!
El ridículo permanente en el que vive el sistema judicial es inconmensurable. El Reino de España tiene una justicia marxista. De Groucho Marx.

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