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miércoles, 28 de febrero de 2018

El centésimo cuadragésimo aniversario del concierto vasco

El día 28 de febrero de 2018 se celebró en el Teatro Arriaga de Bilbao el centésimo cuadragésimo (¡140 años!) aniversario del concierto económico vasco en presencia del Lehendakari Urkullu, que definió el concierto como justo y solidario. Ese mismo día en el Teleberri de la noche del ETB2 dedicó (después de dedicar mucho rato a la nevada) un buen rato a ese aniversario y trató el amplio acuerdo que suscita en Euskadi, con todos los partidos sentados en el parlamento de Vitoria apoyándolo, y también entre el empresariado vasco, que incluso lo tildaba de una necesidad competitiva.

La pieza señalaba que el acuerdo es total entre los actores relevantes de la política vasca. Pero no sucede lo mismo en Madrid. C's no tiene un solo diputado en la cámara vasca pero todas las encuestas se le atribuye un importante ascenso en apoyos electorales futuros en la política española y es ya el cuarto grupo parlamentario en el Congreso de los diputados.

La clase dirigente vasca ve riesgos de futuro para el concierto y se prepara. Ya los empezó a ver con la petición del "pacto fiscal en la línea del concierto" (así lo solía decir) que hacía Artur Mas en la campaña de las elecciones catalanas del 2010. Ante ese escenario, se están esmerando en dar a conocer y reconocer su indudable importancia para los territorios de la comunidad autónoma vasca.

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La molestia amarilla

Que la protesta "amarilla" en Cataluña molestaba y mucho a las autoridades del régimen del 78 y a los defensores del sistema que toman una actitud más agresiva para con sus conciudadanos que tienen preferencias políticas distintas era una evidencia. En la campaña electoral del 21D, la Junta Electoral Central ya enloqueció con este tema. De hecho, hasta se prohibió la manifestación de los ancianos de Reus, vulnerando su derecho de manifestación. Hace poco pudimos ver como actuaba un pelotón organizado para "limpiar" de protesta "amarilla" las calles de Cataluña en el digital Vilaweb.



El amarillo, particularmente la presencia de lazos amarillos, molestan porque son un espejo. Un espejo de la difícil realidad de la situación. Pueden ejercer el poder, pero sin consentimiento de los ciudadanos de Cataluña. Un espejo que les recuerda sus tropelías. Sus excesos. Unos cargos penales que no se sostienen por ningún lado.

El ministro Catalá expresa su molestia con el amarillo


Hoy, el ministro Catalá ha comentado su molestia amarilla. El ministro de justicia. A tenor del carácter de la protesta, tiene sentido que sea el ministro de justicia del gobierno español, el notario mayor del reino, reprobado por cierto, por la cámara baja española y un desastre de ministro (solo hace falta tener constancia del desastroso LexNet que en un país de otros entornos de mayor calidad democrática habría provocado, como poco, su cese como ministro). Creo que tendrán, el ministro, sus compañeros de gobierno, y también los pelotones que se dedican a arrancarlo todo, que aguantar un panorama bien amarillo por un buen tiempo en sus visitas al rincón insatisfecho como lo definía ayer el periódico londinense "The Times" en un más que duro editorial.

martes, 27 de febrero de 2018

El papel de Urkullu en lo que concierne al conficto catalán

Las dudas del senador Iñarritu sobre el papel del Lehendakari Urkullu

Uno de los políticos más brillantes del Senado y del País Vasco, Jon Iñarritu, puso de relieve una cuestión interesante que, sin embargo, no ha suscitado ningún interés en el debate público. Se trata del papel jugado por Iñigo Urkullu, presidente del gobierno vasco.

En una entrevista en El Punt Avui, la periodista Montse Oliva le pregunta acerca del papel de Iñigo Urkullu como mediador en los días que siguieron al referéndum del 1-O. La pregunta es clara: ¿en qué equipo jugaba el Lehendakari? Cierto es que un mediador no debiera tomar partido por ninguno de los bandos en un conflicto pero la pregunta es la que es. Y no puede ser más atinada teniendo en cuenta que estamos hablando del PNV y de Urkullu. Y luego me explicaré.


La respuesta es la siguiente: "Tengo dudas". Lo que sigue a esto, más que explicitar dudas, apunta hacia lo que un observador atento del papel de Urkullu puede concluir. Pero vayamos a las dudas.

El senador por designación autonómica de la cámara de Vitoria basa sus dudas en algunas declaraciones de Urkullu que no fueron "leales" a Puigdemont. Ciertamente, el lehendakari se esforzó mucho en sacar la cabeza en el mes de octubre y también en los dos siguientes cuando el tema que lo ocupaba todo era la crisis constitucional en Cataluña.Y ya después de la aplicación inconstitucional del artículo 155 de la Constitución Española (inconstitucional porque hasta contradice la literalidad del artículo de forma más que clara), hizo declaraciones en las que criticaba abiertamente las decisiones tomadas por el presidente de la Generalitat de Catalunya. Singularmente, y singularmente que no hubiese convocado las elecciones autonómicas que estuvo a punto de convocar el día 26 de octubre.

También se refiere Iñarritu a las filtraciones del entorno de Urkullu que, según él, y con buen criterio de nuevo, no eran propias del papel de mediador. El día 26 de octubre, la televisión pública vasca dio un autentico bombazo informativo: el presidente Puigdemont iba a convocar elecciones autonómicas en Cataluña. Que fuese esa televisión quién diera la noticia no parece dejar demasiadas dudas acerca del origen de la filtración.Y lo filtró antes que el presidente Puigdemont tuviera las garantías que pedía por parte del gobierno español, forzándole a dar el paso de convocarlas. Puigdemont no se dejó marcar el paso y, al no conseguir esas garantías, compareció, finalmente, para decir que no convocaba. Pero el daño ya estaba hecho. Puigdemont quedaba ante la opinión público como alguien que no tenía claro lo que debía hacer (¿quién podía tomar en serio la declaración del 27O del parlamento catalán con el antecedente del día anterior?) en caso de que no convocara, y si convocaba, hacía lo que deseaba el gobierno español. No hay que darle muchas vueltas: se comportó como el socio leal de Rajoy que es.

De hecho, más allá de la "deslealtad" de Urkullu, quizás hay que tener en cuenta el inexplicable error de Puigdemont en tener en cuenta al primero como mediador. Porque más de parte no podría haber sido. Urkullu tiene un acuerdo de fondo con Rajoy desde que ambos estaban en la oposición. Ambos sabían que se necesitarian y aunque no de forma conspicua, tienen acuerdos de estabilidad muy profundos desde entonces. Lo acuerdan casi todo y se votan casi todo mientras en público gesticulan y teatralizan discrepancias.Y con la crisis catalanas, Urkullu, además de intentar aparecer dónde no tiene papel, le echó una mano a Rajoy.

Por otra parte, las ganas del Lehendakari de tener un papel dónde no le corresponde le han llevado incluso a hacer algún que otro ridículo como cuando quiso hacer ver que jugaba un papel desencallando la investidura catalana de la etapa post-21D. Pero eso ya es otra historia.

Lo que parece increíble a todas luces es que Puigdemont no supiera del olfato del PNV de sacar tajada con cualquier cosa. Los jeltzales tienen claro que solo se puede conseguir algo estando al lado de quién tiene poder y este no es otro que Rajoy. Y no suelen tener dudas en dejar a sus "socios" catalanes de foto y acto a la estacada si es para llegar a acuerdos con sus socios de verdad.

Por cierto, parece que a los lectores de El Punt Avui la cuestión si les pareció de interés habida cuenta de que era la segunda pieza más leída ese día, por detrás una pieza de la crónica de sucesos. La opinión pública catalanista cada vez tiene una imagen más negativa del PNV. ¿Afectará eso a los acuerdos electorales de cara a las futuras elecciones al parlamento europeo?

La razón y la justícia

El periódico La Razón anticipa que el juez no permitirá a Jordi Sánchez hacer efectivo su derecho al sufragio pasivo como diputado electo

Ya es todo un clásico que el diario "La Razón", dirigido por Francisco Marhuenda, quién fuere mano de derecha del hoy presidente del gobierno español, nos anticipe las resoluciones de jueces y magistrados. Habría que aclarar la dirección de los flujos de información entre el sistema judicial y el diario dirigido por el colaborador de Rajoy porque ciertamente huele a podrido en el Reino de España.

La razón dice que Llarena no dejará salir a Jordi Sánchez
La portada del periódico madrileño deja claro el sentido de la decisión del juez al respecto de la posibilidad de que Jordi Sánchez acuda al parlamento catalán en ocasión de su pleno de investidura
En esta ocasión, se nos anticipa que en caso de que la mayoría del parlamento catalán emanada de las urnas el 21D proponga como candidato a la investidura al diputado, hoy encarcelado de manera injustificable en un Estado de Derecho (ver aquí la denúncia de la vulneración de sus derechos fundamentales por parte de Amnistía Internacional), el juez impedirá que defienda su programa ante la cámara. Cosa que, por cierto, vulneraría su derecho al sufragio pasivo y a la participación política puesto que no tiene esos derechos limitados bajo ningún concepto. Y lo anticipa en portada, dándole el titular más destacado.

Veremos en los próximos días si realmente se propone a Jordi Sánchez como candidato aunque las cosas parecen apuntar en ese sentido. A partir de eso momento, verificaremos si falla "La Razón" o falla la justícia. Lo cierto es que cuanta más razón tienen las "predicciones/direcciones" de "La razón" menos justa parece la justícia. Resumidas cuentas, cuando gana La Razón (producto editorial) pierde la justícia.

lunes, 26 de febrero de 2018

"Royalpolitik" o la enorme bofetada de The Times al Reino de España

"Royalpolitik". Este es el título del demoledor editorial del periódico británico The Times hoy 26 de febrero de 2016. El día después de que quedara claro que para el rey de España, Cataluña no iba a ser territorio amigable después de su discurso agresivo del 3 de octubre de 2017, 2 días después del referédum sobre la independencia celebrado en Cataluña. Un infeliz rincón del reino de Felipe VI, según el periódico londinense.

El editorial de The Times critíca la posición de España
El subtítulo del editorial deja clara la petición del periódico británico al gobierno español de negociar con la mayoría independentista

"The Times" pide al Reino de España que deje de perseguir el independentismo catalán y empiece a dialogar

El mensaje es bien claro: dejen de acosar al independentismo catalán, mayoritario en el parlamento catalán, permitan el retorno del presidente Puigdemont, hoy en el exilio belga tal y como remarca el periódico, y empiecen a dialogar. Además, el editorial del periódico deja bien claro lo excesivo de los cargos contra los miembros del gobierno catalán y lo absurdo de la prisión incondicional que, como bien subrayan, ha levantado sospechas por parte de las organizaciones internacionales de derechos civiles. No era para menos, la verdad. En definitiva, un buen toque de atención (de hecho, mucho más que eso) a las instituciones españoles y su línea política del "A por ellos".

El Tribunal Constitucional español o el árbitro que coge la pelota, la pone en el punto de penalti, y mete gol



Con esta frase lo resumió el brillante profesor Joaquín Urías, ex-letrado del Tribunal Constitucional español y profesor de derecho constitucional en la Universidad de Sevilla en el programa "Preguntes Freqüents" de la televisión catalana (ver el minuto 24 del vídeo). Es una fantástica descripción del papel que ha jugado el Tribunal Constitucional del Reino de España en estos últimos años al respecto de la crisis constitucional que ha vivido España con la falta de legitimidad del régimen del 78 en Cataluña después del cepillado del Estatuto de Autonomía refrendado por los catalanes por parte de este árbitro que se dedica a meter goles. Claro está, no obstante, que cuando el equipo españolista elige ese arbitro, lo más fácil es, no solo que pite a su favor, sino que coja la pelota y meta el mismo el gol. ¿Para qué andarse con ambages?

El principio de los enormes costes del Real error del 3-O


El día 3 de octubre, el rey de España decidió liderar el "A por ellos" con un discurso agresivo contra las instituciones catalanas y más de la mitad de la población de Cataluña. El discurso rompió los ya débiles vínculos entre el catalanismo y la Casa Real española y heló las expectativas de sectores que pensaban que el rey podría ejercer un rol de moderador y árbitro en la crisis constitucional española. El rey, en cambio, optó incomprensiblemente por tomar un rol de agresión contra la mayoría social catalana y sus instituciones.

Felipe VI muestra los puños en su discurso contra Catalunya 3-O
El rey de España Felipe VI mostrando una gestualidad tremendamente agresiva en su discurso contra las instituciones catalanas

Una enorme protesta contra el rey de España Felipe VI en Barcelona

Ayer empezó a pagar el error. Algún día tenía que volver a Cataluña y la cena inaugural del Mobile World Congress lo hacía una obligación. Una real mayoría de la sociedad barcelonesa y catalana le dejó bien claro que no lo olvidarán y dejó en evidencia que en Cataluña, el rey de España va desnudo, a pesar de los inútiles esfuerzos de la policía catalana comandada al margen del principio democrático (¡con 4 diputados sobre 135!) y también, de la literalidad del artículo 155 de la Constitución española que permite dar instrucciones a las autoridades catalanas pero no usurpar sus cargos. Como digo, la policía catalana, comandada por un hombre servil al casi siempre ridículo ministro Zoido, intentó alejar tanto la protesta que ni siquiera se oyera en el palau de la música catalana. No lo logró. El ruido de rechazo al rey fue atronador. Encima, salió del palau oyendo valientes consignas republicanas.

Las instituciones también muestran el malestar catalán con el rey

También le dejaron claro que las instituciones catalanas no le van a bailar el agua a partir de ahora las dos principales autoridades catalanas: el presidente del parlamento de Cataluña Roger Torrent y la alcaldesa de Barcelona. No participaron en el trasnochado besamanos. Además, el primero ni siquiera le aplaudió cuando el monarca finalizó su discurso. Un gesto que la siempre lista alcaldesa no tenía preparado e intentó rectificar cuando se dio cuenta de que el presidente de la cámara catalana, había emitido una clara señal para la mayoritariamente republicana sociedad catalana y barcelonesa. Ayer quedó claro ante la élite mundial de la tecnología que los catalanes no quieren rey.

¿Será solo el principio?

Queda por ver si esto es solo el principio de los costes del Real error del 3-O. Y, a juzgar por el enorme convencimiento de gran parte de la sociedad catalana, parece claro que esta es exactamente la situación. Veremos pues si, en el futuro, se reproducen y amplían las protestas.