La utilización perversa del lenguaje criminal para empujar la maquinaria de la represión

Es ya una constante que el aparato político-mediático de la represión españolista sea quien la anticipe. Primero los líderes mediáticos y políticos apuntan con sus discursos mentirosos, y luego la fiscalía y los jueces del a por ellos, los ultrasur de las togas, disparan con sus querellas y autos.

La mala educación y la mala leche de la líder tabarniana

Ayer alertábamos que la líder tabarniana Inés Arrimadas, además de hacer un espectáculo nacionalista español vergonzoso, había contribuido de forma significativa a empujar la rueda que acaba llevando cabezas de turco a lo que ella llama "la trena" en plena sede parlamentaria. Sí, la hija de Rufino, se expresa así en el Parlament de Catalunya. Y es que la líder tabarniana hizo un uso reiterado de la expresión "comandos separatistas" que si bien no es nueva en su lenguaje mentiroso y criminalizador, ayer fue marcadamente insistente. Y con marcada mala leche, puesto que el lenguaje criminilazador del aparato mediático-político del nacionalismo español suele acabar con los ultrasur de las togas tomado decisiones. Ella y su mala leche hacen una contribución nada menospreciable.

En este sentido, hay que remarcar el interés de una entrevista que El Punt Avui publicó ayer a la activista de los CDR Tamara Carrasco. En ella, la activista recluida en su pueblo, Viladecans, por orden del juez que instruye la causa absurda contra ella en una medida cautelar impresentable, señalaba un aspecto interesante muy relacionado con lo que ayer dijo la hija de Rufino. Se trata del lenguaje que usaban contra ello los miembros de la cuerpos armados españoles cuando llamaron a su casa a las 7 de la mañana y ella les abrió la puerta. En concreto, señalo que le decían que era la "jefa del comando". Tal cual.

En este sentido, también remarcó que usan "un lenguaje que no es inocente". No lo es, ciertamente. Y añadió: "necesitan generar un lenguaje de violencia". Eso es exactamente lo que hizo ayer la líder tabarniana. Arrimadas, la hija de Rufino, no usó el lenguaje que usó de manera inocente. Sin ninguna duda.